La experta en inclusión laboral y docente de la UCAB, Lislet Núñez, reflexionó en Univérsate sobre las barreras que enfrentan las personas con discapacidad en el ámbito laboral venezolano. Durante la entrevista, subrayó que, aunque existen normativas de inclusión, las empresas no han cumplido de manera suficiente

En Venezuela, aunque las leyes exigen a las empresas mantener un porcentaje mínimo de personas con discapacidad en su plantilla, el cumplimiento de esta normativa sigue siendo limitado. La inclusión laboral de personas con discapacidad representa un desafío, especialmente en un contexto donde persisten barreras físicas, sociales y culturales que limitan las oportunidades para este grupo de la población.

Lislet Núñez, licenciada en Relaciones Industriales y magíster en Educación, mención: Procesos de Aprendizaje, abordó durante su entrevista en el Programa Radial Univérsate los retos y beneficios de la inclusión de personas con discapacidad en el ámbito laboral venezolano, destacando la importancia de un cambio de mentalidad y de un compromiso firme desde la dirección de cada empresa.

La profesora explicó que la integración laboral de personas con discapacidad no debe ser un esfuerzo aislado de un departamento en particular, como Recursos Humanos, sino un compromiso de toda la organización.

«Para que la inclusión sea verdadera, todos los equipos, todas las áreas, deben estar involucrados. Es importante que la cultura organizacional valore la diversidad y que el liderazgo dé ejemplo en esta dirección”, destacó Núñez, quien subrayó que la participación activa del liderazgo es clave para derribar barreras y cambiar paradigmas dentro de las empresas.

¿Inclusión Laboral o resistencia organizacional?

La profesora también destacó que las organizaciones resisten en integrar personas con discapacidad, en gran medida, debido a estigmas y prejuicios que persisten en el ámbito laboral. “Hay empresas que, pese a las normativas, se resisten a contratar personas con discapacidad porque no han desarrollado una cultura inclusiva”, comentó. Para ella, sensibilizar y concienciar dentro de la organización resulta esencial para que los colaboradores comprendan las contribuciones y el valor que estos individuos aportan al equipo.

Núñez añadió que “las personas con discapacidad tienen talentos y habilidades valiosas, pero necesitamos un cambio de mirada para poder aprovechar estas capacidades y enriquecer los equipos de trabajo”.

Otro de los puntos que destacó en la entrevista fue la necesidad de adecuaciones físicas y tecnológicas en los lugares de trabajo para facilitar la inclusión. Aunque Núñez reconoció que estos ajustes pueden representar una inversión significativa, también explicó que muchas veces los cambios necesarios no son tan complejos ni costosos como se piensa. “Adecuar los espacios y proveer herramientas es importante, pero estos cambios benefician a todos los empleados, no solo a aquellos con discapacidad”, explicó la profesora.

Desde su experiencia en la Asociación para el Desarrollo de Educación Complementaria – ASODECO, una organización que fomenta la inserción laboral de personas con discapacidad en Venezuela, Núñez compartió que estas adaptaciones permiten que cada empleado se sienta parte del equipo y desarrolle su potencial en un entorno inclusivo y empático.

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Una oportunidad necesaria

La profesora Núñez también señaló los beneficios que la inclusión trae tanto para las organizaciones como para las personas con discapacidad. Al integrar equipos diversos, las empresas no solo promueven valores de solidaridad y empatía, sino que enriquecen sus procesos y adquieren nuevas perspectivas.

“Para las personas con discapacidad, tener la oportunidad de trabajar transforma sus vidas y les permite ganar autonomía e independencia, lo cual también apoya a sus familias”, dijo Núñez, enfatizando el impacto social de una inclusión efectiva.

Finalmente, Núñez reflexionó sobre la importancia de que las empresas vean la inclusión como algo más allá del simple cumplimiento legal. “Muchas organizaciones consideran la inclusión solo por obligación legal, pero la verdadera integración requiere un cambio de perspectiva que permita comprender el valor de la diversidad”, explicó. A su juicio, cuando los líderes empresariales logran internalizar los beneficios de tener equipos diversos, el proceso de inclusión laboral se vuelve más rápido y efectivo.

“Las personas con discapacidad tienen mucho que aportar; lo esencial es que las organizaciones se atrevan a darles esa oportunidad y a comprometerse con una política inclusiva de verdad”, concluyó Núñez.

Escucha la entrevista completa aquí:

♦Texto: José Ali Linares Torrealba / Foto de Apertura: Freepik