El historiador y profesor universitario, reflexionó sobre la importancia del Día de la Resistencia Indígena, el impacto de la colonización y los desafíos actuales para los pueblos originarios

El 12 de octubre, anteriormente conocido como el Día de la Raza, se conmemora en Venezuela como el Día de la Resistencia Indígena. Esta fecha recuerda los eventos que marcaron el encuentro entre los pueblos originarios y los colonizadores europeos en 1492, un acontecimiento que trajo consigo profundos cambios culturales, sociales y territoriales en la región. 

La conmemoración del Día de la Resistencia Indígena se convierte en una oportunidad para cuestionar el legado de la colonización y su efecto en la población indígena. En este sentido, es fundamental reconocer los aportes y las pérdidas sufridas por los pueblos originarios a lo largo de la historia, así como su papel en la configuración del país actual.

Sobre esto habló el profesor Luis Fernando Castillo Herrera, coordinador del Centro de Investigaciones Históricas «Mario Briceño Iragorry» del Instituto Pedagógico de Caracas (IPC), durante una entrevista en Univérsate, espacio radial transmitido por Unión Radio Cultural, en que destacó que, aunque el 12 de octubre se reconozca como el Día de la Resistencia Indígena, no se puede ignorar que el proceso de colonización dejó un legado cultural significativo en Venezuela. 

«A pesar de la violencia y el sufrimiento, también hay aportes invaluables, como el idioma y la religión», comentó. Sin embargo, Castillo señaló que la colonización también resultó en la desaparición de muchos grupos aborígenes y en un gran sufrimiento humano.

El también docente-investigador del Instituto de Investigaciones Históricas (IIH) de la UCAB, reflexionó sobre los efectos de la colonización, observando que, si bien se produjeron transformaciones culturales y avances científicos, estos cambios vinieron acompañados de resistencia y confrontación: «La colonización no fue un proceso pacífico; hubo enfrentamientos y pérdidas significativas para los pueblos indígenas», afirmó.

Castillo también subrayó que muchas de las muertes de grupos aborígenes se debieron a enfermedades traídas por los europeos, lo que exacerbó su debilitamiento.

Cuando se analizan las consecuencias de la llegada de los españoles a América, Castillo señala que el impacto fue considerable tanto para Europa como para los pueblos indígenas. La Corona española obtuvo vastos territorios y riquezas, pero también se implementaron políticas que buscaban proteger a los indígenas, aunque no siempre se aplicaron de manera efectiva. «La encomienda debía garantizar protección y educación, pero en la práctica, esto a menudo no se cumplió», comentó.

Respecto a la controversia que persiste sobre la celebración del 12 de octubre, Castillo argumentó que las fechas históricas son a menudo utilizadas con fines políticos, lo que dificulta un análisis objetivo. «Celebrar o no este día es una discusión que carece de sustancia, ya que el encuentro de culturas que ocurrió en 1492 fue un hito definitivo en la historia», subrayó.

En cuanto a la situación actual de la población indígena en América Latina, Castillo destacó que siguen siendo grupos marginados debido a un profundo desconocimiento de su historia y realidad. «La educación actual no refleja adecuadamente el papel de los pueblos indígenas, y esto perpetúa su invisibilización», lamentó.

Finalmente, Castillo enfatizó que para ayudar a los pueblos indígenas a preservar sus tradiciones y su identidad, es fundamental que el Estado implemente políticas que protejan sus territorios y que se reconozca su papel en la sociedad. «No deben ser considerados como relictos del pasado, sino como parte integral de la estructura social actual», concluyó.

♦ Texto: José Ali Linares Torrealba / Foto de Apertura: La Patilla