En un congreso organizado por la Escuela de Ingeniería Civil de la UCAB, la profesora Liana Arrieta, fundadora de la Asociación Latinoamericana de Control de Calidad, Patología y Recuperación de la Construcción, advirtió que las viviendas autoconstruidas del país se encuentran en riesgo de colapso ante eventos como un sismo
Casi ocho de cada 10 viviendas en Venezuela están construidas de manera informal, lo que las hace altamente vulnerables ante eventos naturales. El dato fue ofrecido por la ingeniero Liana Arrieta de Bustillo durante la conferencia “Problemas patológicos en la autoconstrucción de viviendas”, dictada en el marco del VI Congreso Venezolano de Control de Calidad, Patología y Recuperación de la Construcción.
Arrieta –presidenta emérita de ALCONPAT-Ve y fundadora de la Escuela de Ingeniería Civil de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA)- señaló que es imprescindible contribuir, desde la empresa privada, la academia y el Estado, con la adecuación de las construcciones informales, dado que es un fenómeno que no se detiene.
Indicó que el crecimiento urbano en el país es de 57.2% y para 2025 se prevé que 85% de las personas vivan en ciudades.
“En Venezuela el 77% de viviendas están construidas en asentamientos informales, es por ello que tenemos que poner atención a este sector (…) Más de dos millones de personas viven en mil doscientos barrios nada más en Caracas. Los habitantes de estos tipos de asentamientos informales se ubican en terrenos baldíos con severas condiciones de inestabilidad estructural”, afirmó la experta.
También mencionó la baja calidad de los materiales utilizados en las edificaciones y la falta de mantenimiento de sus estructuras, la ausencia de uniones no estructurales, la falta de rutas libres para servicios, la carencia de iluminación, entre otros.
“En relación a la estructura de las viviendas, presentan problemas de repartición de cargas, adosamiento de estructuras, ausencia de líneas de resistencia, fragilidad en el alzado, irregularidad, redundancia”, enumeró la experta.
Vulnerabilidad en viviendas: Un llamado a la acción
La profesora universitaria advirtió que “por falta de educación e información, los constructores populares cometen errores graves, aumentando la vulnerabilidad no solo de sus viviendas, sino también del colectivo”.
Alertó que, ante un sismo, estas edificaciones pueden desplomarse.
“No existe claridad ni en la forma ni en la organización de las líneas de resistencia de esas estructuras y, por lo tanto, ante un evento sísmico u otro tipo de demanda estas viviendas se encuentran en seria amenazas de colapso”.
Ante esto, enfatizó en la necesidad de formar y transferir conocimientos a los habitantes de los sectores populares para lograr que la autoconstrucción de viviendas esté fundamentada en técnicas sustentables.
Mencionó, como ejemplo, experimentos como el proyecto “La Escuela Comunitaria de Viviendas”, ejecutado en Lara en el año 2000 por la UCLA, en conjunto con empresas privadas y la Cámara Venezolana de la Construcción.
También desde esa casa de estudios se puso en marcha la iniciativa “Uso de maestros de obras para la construcción de viviendas”, con el propósito de capacitar a estudiantes universitarios, profesionales y pobladores de los barrios en el manejo y aplicación de técnicas apropiadas de construcción de viviendas de interés social, como estrategia para contribuir con el desarrollo social sostenible.
Invitó a la industria a trabajar en esta tarea, de la mano de la academia.
“No puede haber paz social mientras existan barrios sin servicios básicos y donde sus habitantes vivan en condiciones de amenaza. Este es un llamado a promover acciones de formación y de investigación en este tema, tanto para los profesionales de la ingeniería y la arquitectura como para los jóvenes de los barrios y maestros de obras, para que encuentren en este camino una forma de trabajo y una vida de progreso”, concluyó.
♦Texto: María Alejandra Fernández /Fotos: Manuel Sardá y @conpatve2024